Las fiestas navideñas, esos días de amor y buenos sentimientos que duran lo justo para volver a la rutina de no querer coincidir con el vecino en el ascensor.
¿Y qué no puede faltar en la Navidad además de cantidades obscenas de comida? Exacto, el alcohol.
No existe otra fecha en el calendario donde aparecer en casa de tus padres con una cogorza de escándalo esté bien visto.
Y es que casi es una obligación llegar un pelín “chispado” a la cena de Nochebuena.
Pero si antes ya era fácil hacer el ridículo durante estos días de excesos, con la llegada de las redes sociales y Whatsapp el tema se nos ha ido de las manos.