Tras el fallecimiento del cantante George Michael, quien perdía la vida en su casa de Oxfordshire (Inglaterra) el pasado día de Navidad supuestamente por un fallo cardíaco, todos los medios de comunicación británicos -los famosos tabloides- se han apresurado en recordar los trapos sucios del cantante y de sacar alguno más que tenían guardado para una ocasión como ésta.
Sus problemas con las drogas -y que su muerte posiblemente sea causa del abuso de éstas- han llenado páginas y páginas de todos los periódicos del mundo, sin olvidar cuando fue detenido por intentar ligar con otros hombres en unos baños públicos de Beverly Hills, otro de los temas preferidos para la “prensa del corazón” británica.
Pero, por suerte, estamos en el 2016 y no sólo recibimos la información a través de los medios de comunicación. Gracias a las redes sociales hemos conocido la faceta más oculta y solidaria del cantante. Una faceta que siempre llevó en secreto, y que con su repentina muerte, muchas personas a las que ayudó, o coincidieron con él, han alzado su voz para decir que George Michael era mucho más que un hombre con problemas de drogas.