Por desgracia, no siempre triunfa el amor en ‘First Dates’.
Ni Carlos “Cupido” Sobera es infalible en el amor, y aunque son muchas las parejas que salen felices y comiendo perdices del plató-restaurante más famoso de la televisión, hay algunas otras que no conectan y se van a casa como vinieron, compuestos y sin novio.
Este es el caso de Soco, que llegó al programa buscando a un hombre que “me coja upas” –sea lo que sea ésto–, y de José Luis, que se definía como un romántico empedernido. Lo que no nos comentó el bueno de José Luis es que era un pelín pesao, y durante toda la cena no paró de preguntarle a su cita si estaba a gusto y si repetiría en una segunda cita.
Al principio, Soco respondía que sí, que todo bien y que repetiría, pero según avanzaba la velada las preguntas se hicieron más y más pesadas, hasta que llegó el momento de la decisión final. Mientras que José Luis no dudó ni un segundo en decir que sí, Soco se bajó del carro y justificó su no porque no había sentido lo que buscaba y la distancia le echaba para atrás. Y porque José Luis era más pesao que una vaca en brazos, pero eso se lo guardó para ella.
Como decía el escritor Michi Panero “En esta vida se puede ser de todo, menos un coñazo”. Pues eso.