La vida de Bea después de salir de la casa de Guadalix de la Sierra había estado yendo hasta ahora por los cauces esperados. El primer paso fue acudir a Sálvame para gritar a los cuatro vientos lo enamorada que está de su pareja, Rodri, y confirmar que se había mudado a casa de su suegra.
La vida de Bea después de salir de la casa de Guadalix de la Sierra había estado yendo hasta ahora por los cauces esperados. El primer paso fue acudir a Sálvame para gritar a los cuatro vientos lo enamorada que está de su pareja, Rodri, Y después estrenó su espectacular cambio de look –que parece ser un intento de eliminar la imagen de “choni” que dio en el concurso– en el blog de Kiko Hernández, El Confesionario de Kiko. Pero la última novedad ha dejado descolocados incluso a sus seguidores más acérrimos.
Y es que la pareja sigue exprimiendo su popularidad hasta el último aliento, y apuestan por Rodeados, ese programa de telerrealidad en el que están mostrando cómo es su vida después de salir del programa de Telecinco —una especie de Alaska y Mario, en versión Gran Hermano.
Y por si la idea por sí sola no basta, se están ocupando de que cada programa sea más cañero que el anterior. El último capítulo empieza fuerte, con Rodri diciendo “tengo de deciros (sic) que Bea y yo lo hemos dejado“… para mostrar en el siguiente fotograma que todo ha sido una broma, y que los dos tan compenetrados como de costumbre. Podéis ver el video aquí.
En el capítulo se enfrentan a un reto que consiste en convertir a Rodri en un “choni” de mercadillo…
Y a Bea en una “pija” de centro comercial, con el siguiente resultado:
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