Muchos recordaréis que el primer gobierno de Mariano Rajoy dictó una polémica ley que aumentaba el IVA cultural, una decisión en la que muchos vieron un duro golpe al futuro de los teatros españoles. Este IVA subió su gravamen del 8% al 21% en septiembre de 2012, un incremento que lógicamente fue muy criticado por el sector, así como por los principales partidos de la oposición.
Muchos recordaréis que el primer gobierno de Mariano Rajoy dictó una polémica ley que aumentaba el IVA cultural, una decisión en la que muchos vieron un duro golpe al futuro de los teatros españoles. Este IVA subió su gravamen del 8% al 21% en septiembre de 2012, un incremento que lógicamente fue muy criticado por el sector, así como por los principales partidos de la oposición.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró en 2015 que los tramos y gravámenes del IVA no se iban a modificar, e incluso hizo hincapié en que tampoco se cambiará el que afecta a la cultura. En 2015 ya se podía comprobar cómo la medida había afectado no ya a los actores en ciernes, sino a auténticas celebridades del mundillo como es el caso de nuestro protagonista, popular por su aparición en muchas series nacionales.
Y es que en mayo de ese año, el querido actor Carlos Olalla, popular gracias a series como El Príncipe, La Embajada, Cuéntame, Víctor Ros, Velvet, o El tiempo entre costuras, anunció que no volvería a subirse a las tablas hasta que ese IVA se redujese. Este compromiso le está saliendo muy caro.
Olalla prefiere ver la parte positiva:
“A veces hay que bajarse de los escenarios para no perder contacto con la realidad. (…) Es decirles: “estamos aquí para leeros unos poemas porque estamos en paro como la mayoría de nuestros compañeros y compañeras de profesión, y queremos reivindicar algo que nos afecta a todos: que en este país los artistas puedan vivir de este trabajo”.”
Él no se arrepiente de su decisión:
“Creo que lo que estamos haciendo es algo muy digno que refleja la situación por la que pasamos la mayoría de actores y actrices. En nuestra hambre y en nuestra dignidad mandamos nosotros, no ellos, y eso es lo único que nos queda.”
Madre e hijo resumen que su situación y la de tantos otros “solo se puede definir con una palabra: hay un menosprecio por la cultura“.
“¿Por qué están criminalizando la cultura? Porque no quieren que la gente piense. ¿Qué podemos hacer los actores y actrices? Luchar para que la gente piense.”
¿Qué os parece a vosotros? Contádnoslo en los comentarios.
Os dejamos con esta otra impactante historia: fue una estrella de la tele… y ahora, arruinada, rehace su vida como barrendera.